Mi familiar ha sido trasladado a planta… ¿Qué atención necesita?

Tras superar la fase crítica, es probable que nuestro familiar sea trasladado a una planta de neurología o neurocirugía. A veces se el traslado se realiza a otras plantas si la actuación asistencial más urgente es de otra especialidad. El paciente puede ser trasladado a planta consciente o aún sin consciencia.

Si está inconsciente se debe tener paciencia: el objetivo es dar tiempo al proceso de recuperación de conciencia evitando incidentes que compliquen el pronóstico. Cuando comience a recuperar la consciencia es probable que se muestre muy afectado, que se comporte de manera rara o agitada y que esté desorientado (nos reconozca o no).

 

¿Cómo debo actuar? Y… ¿si no me reconoce?

El paso a planta requiere más tiempo y cuidado de la familia. En ocasiones deberemos complementar al personal sanitario de planta. Es cuando más necesitamos el apoyo de todos, y cuando se ve lo importante que fue economizar energías en el ingreso.

La situación es dura: volvemos a enfrentarnos a un entorno desconocido y nos alarma el estado de nuestro familiar. Pero sólo es un paso más y, desde luego, más avanzado; mucho mejor que cuando estaba inconsciente. Está progresando y, antes de ordenar mentalmente, está caótico. Paciencia. Tranquilízale. Explícale y repítele en donde se encuentra pero no esperes que lo recuerde o te haga caso… Vamos ganando tiempo.

En el hospital, una persona con daño cerebral precisa una atención específica. Es importante que distintos profesionales intervengan coordinados por un médico de referencia (generalmente, un neurólogo o neurocirujano) para que sea evaluado y tratado por todos los especialistas que su estado exija.

No hay que pasar ningún pequeño problema por alto y debe haber un médico responsable que mantenga a la familia informada y se dirija a ella para tratar cualquier cuestión relacionada con los tratamientos.

Pero, lo más importante, en el hospital debe prescribirse e iniciarse la rehabilitación tan pronto como sea posible. Esta rehabilitación es sólo el comienzo de una atención sanitaria que deberá continuar durante un tiempo prolongado para lograr la mayor autonomía posible.

 

 

Este artículo está extraído de la publicación “Daño Cerebral Adquirido: orientación para familiares, amigos y cuidadores” editada por FEDACE.