Nos van a dar el alta… ¿Y ahora qué?

Los pacientes y las familias son los primeros en asumir que “cuanto menos hospital, mejor” Pero hay veces que la propuesta de alta se precipita por razones que no tienen que ver con las necesidades del paciente.

El alta del hospital ha de ser entendida como una propuesta facultativa en el proceso de asistencia. Ha de ser bien comprendida y compartida por la familia y, si estuviera en condiciones para ello, también por el paciente.

 

El alta solo es aceptable cuando se reconoce que no queda más que hacer en el hospital porque la asistencia que había que recibir está completa, o también porque existe seguridad de que su estado y sus necesidades sanitarias pueden ser atendidas mejor en régimen ambulatorio, o en otro centro al que se le orienta: se han realizado interconsultas, informado de las pruebas, fijado tratamientos, establecidos los seguimientos al alta y entregado los informes.

En caso de que no estemos preparados para dejar el hospital, hay que hablar con el médico de referencia para obtener el tiempo necesario. El alta muy raramente se impone, y en el caso de una persona con Daño Cerebral Adquirido esto debe evitarse a toda costa.

El momento del alta del hospital es muy importante. Nos enfrentamos al miedo al futuro, tristeza por el cambio que dio la vida, agobio por lo que viene encima, soledad porque nos faltan apoyos y, en especial, dudas sobre la propia capacidad de cargar con todo.

Para informarnos sobre ayudas y recursos; y ayudarnos en los trámites y en los requisitos para acceder a ellos, deberemos acudir al Servicio o Departamento de Trabajo Social del Hospital. Este servicio se ubica generalmente en el área de Atención al Paciente y su misión, entre otras, es la de orientarnos y mediar, si fuera necesario, entre las instituciones para garantizar la continuidad de la atención al paciente.

 

Antes de abandonar el hospital debemos tener en cuenta:

  •  Que el informe de alta contenga el resumen del proceso asistencial del paciente firmado por el médico responsable de la atención durante la hospitalización.
  •  Que estén concertadas las citas de seguimiento por las distintas especialidades que deban atender al paciente.
  •  Que se indique con claridad en el informe de alta el tratamiento rehabilitador que se ha de seguir y en dónde; con constancia de las citas fijadas.
  •  No debemos quedar desconectados del sistema sanitario sin saber, antes del alta, a qué especialistas y centros debemos dirigirnos. No debemos cruzar la puerta del hospital si no hay nadie recibiéndonos en la calle.
  •  Si el alta se produce para ir a otro centro hospitalario, se realizará al mismo tiempo que el ingreso en el nuevo centro.

 

 

 

Este artículo está extraído de la publicación “Daño Cerebral Adquirido: orientación para familiares, amigos y cuidadores” editada por FEDACE.